Estamos viviendo momentos excepcionales. Debemos tomar dimensión del momento histórico que nos toca enfrentar y entender que se está redefiniendo la política, el comercio internacional, la economía.
¿La "normalidad" será como la conocimos o existirá una "nueva normalidad"?
¿Cuándo? ¿Cómo?
El grado de incertidumbre sobre el futuro es muy elevado. El avance del virus y las decisiones que han tomado los gobiernos en los últimos 10 días nos demuestran que tenemos grandes dificultades para saber cuándo y cómo va a ser el día después.
Lo que puedo asegurarles, es que nos enfrentaremos a desafíos nuevos, a una situación que nunca antes hemos resuelto y que necesitaremos ser flexibles y adaptarnos rápidamente al contexto para que nuestras organizaciones sobrevivan y no sean parte de los daños colaterales.
Errores comunes
En estos días difíciles para las empresas, he observado distintas reacciones ante la crisis.
Cuando comparamos empresas familiares con corporaciones, solemos identificar como una ventaja de las primeras las decisiones rápidas y como una desventaja de las segunda la "burocracia". Para mi sorpresa, en los últimos días, las primeras tardaron en reaccionar y las segundas reunieron a sus directorios y/o armaron un comité de crisis con poder de decisión y acción.
A la falta de reacción se le sumo la falta de comunicación: si no se decide nada, no se comunica nada; si no se comunica nada, no pasa nada.
Muchas empresas familiares suelen subestimar los problemas. Incluso he visto casos en los que se niegan a reconocer las dificultades aún contando con cantidades de evidencias.
Cuando hablamos de "corporativización" o "profesionalización" de la empresa familiar no significa contratar solo graduados universitarios, ni pagar cursos para todo el personal. Hablamos de un modelo de gestión y toma de decisiones basado en criterios económicos y empresariales en contraposición de las decisiones intuitivas y personalistas.
Es posible que la crisis que estamos atravesando ponga en evidencia la necesidad de que tu empresa profesionalice su gestión, y quizás también haga que la transformación digital y los community managers adquieran un nuevo valor.
Me quedo en casa
La pandemia, de dimensión global, está atacando a nuestro país, su gente y su economía. Nuestra responsabilidad (y obligación) es quedarnos en casa. Es principalmente por nuestro bien, el de nuestra familia y de toda la sociedad.
El sentirnos poco o nada productivos y la falta de interacción social, sumado a la exacerbada cantidad de noticias mayormente catastróficas o negativas tienen un efecto en nuestra mente y nuestras acciones.
Lo desconocido, el no tener donde escapar, puede generar en nosotros sentimientos de ansiedad y desesperación.
Aprovechá el tiempo y dedicate unos minutos al día a trabajar en el futuro.
Pensá en que organización queres construir y que podrías cambiar para estar mejor preparado en el futuro. Algunas ideas, podes encontrarlas en este blog.
Evaluá el impacto que tendrá en tu empresa, en tu familia y en vos. Te invito a agendar una sesión
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