Quienes estamos acostumbrados a la gestión, solemos tener una mirada muy práctica respecto a como solucionar los problemas que se presentan.
Es parte de nuestro trabajo: buscamos en nuestra experiencia y/o en nuestra formación profesional una situación similar, para implementar una solución parecida a un conflicto similar. A veces el problema se resuelve convocando a alguien con un saber específico mayor al que nosotros tenemos. Tener ese teléfono y saber que esa es la persona indicada, también es colaborar en la resolución. Ejemplo de problema: "No funciona el carrito de compras de la web". Solución: "Llamá a Diego, el que nos hizo el sitio, que se ocupe de resolverlo." Nuestra mente de "la gestión" intenta encasillar cada problema en un saber técnico, para dar una solución rápida al inconveniente y pasar al próximo tema (o próximo problema). Y mas o menos así transcurre la vida del Dueño/Fundador/Gerente de la PyME.
Siempre hay un "pero"
Pero tengo que declarar que en las PyMES, y mucho más en aquellas de caracter familiar, suelen aparecer conflictos que no pueden encasillarse en ningún saber específico concreto. Son problemas "nuevos", de los que carecemos de experiencias previas. Es posible que nuestra mente nos juegue una mala pasada e intente solucionarlo con algún profesional especialista. Podrá dilatar el problema pero no será posible resolverlo. Cuando estos conflictos aparecen, el rol de "gestión" u "operativo" debe dar paso a nuestro rol de líder. Tenemos que darle lugar a nuestra función indelegable de definir la estrategia de la organización buscando una solución creativa, nueva, nunca antes utilizada. Posiblemente esto requiera conversar tanto con el equipo de dirección como con algunos otros miembros de la empresa. Se deberá pasar por un proceso de aprendizaje, de reflexión. Solo así se alcanzará una solución verdadera. Solo mediante una conversación, donde exista un dialogo constructivo basado en la confianza, se lograra un equipo de personas que se gestionen a sí mismas, construyendo una organización dinámica y realmente innovadora. Suelo encontrarme trabajando con empresas donde las familias requieren alcanzar acuerdos para garantizar el éxito empresarial y la continuidad de la empresa. Si les prometen una solución mágica y sin conflictos: DESCONFIEN. La solución es generar espacios de conversación y ponerse de acuerdo en que hay que alcanzar acuerdos.
